Ningún libro, blog o podcast puede prepararte del todo para lo que se siente al tener un bebé. Sólo cuando llegue tu bebé sabrás lo que se siente al ser mamá o papá. Como padre o madre, ¿cómo mantener el equilibrio entre las muchas preocupaciones físicas, la falta de sueño y los sentimientos a veces abrumadores? ¡Cuídate -y cuida a tu bebé- con nuestros consejos!
Todos los comienzos son difíciles
Ser padres a veces puede ser bastante duro. ¿Cómo podría ser de otro modo? Los bebés exigen mucho de tu tiempo y energía... Antes de que te des cuenta, se te ha acabado el día. Y a menudo los pequeños rompecorazones te quitan literalmente el sueño en sus primeras semanas o meses (o años) de vida. A veces, tus reservas físicas y mentales se agotan.
Normalmente, las primeras semanas son especialmente difíciles. Justo entonces, es importante no olvidarse de uno mismo. Porque si cuidas bien de ti misma, también podrás cuidar bien de tu pequeño. Te enumeramos cómo puedes cuidar de ti misma.
1. Bienestar físico
Un buen equilibrio empieza por el bienestar físico. Dormir lo suficiente, una dieta sana y la relajación física son los elementos cruciales.
1.1 Controle su sueño
No hay nada más importante que el descanso. Por eso, procura dormir las horas suficientes. ¿Tu bebé no duerme del tirón? Entonces haz turnos con tu pareja o pide ayuda externa. Así podrás dormir durante más horas.
1.2 Come sano y bebe suficiente agua
Lo que comes determina directamente la energía que sientes. Con una alimentación sana, aprovechas el día al máximo. La fruta y las verduras frescas te dan la energía duradera que necesitas. Por el contrario, los alimentos ricos en calorías o grasas harán que tu estómago trabaje más de la cuenta y perderás mucha energía en la digestión.
Prepara también una generosa ración de puré de verduras o macedonia para ti mientras pelas la fruta y la verdura para tu pequeño.
Tampoco te olvides de beber lo suficiente. Agua, queremos decir 😉 . Porque muchas veces estás tan centrada en tu bebé que te olvidas de hidratarte. Y entonces, claro, te cuesta funcionar.

1.3 Relájate físicamente
El poder del ejercicio es enorme para los padres jóvenes. Mantienes altos tus niveles de energía y, al aire libre, refuerzas tu sistema inmunitario y el de tu hijo. Específicamente para las madres jóvenes, el ejercicio ligero también ayuda en el proceso de recuperación tras el parto.
Muchos bebés se duermen más fácilmente durante un paseo. Convenientemente, de ese modo puedes centrar toda tu atención en relajarte mientras tu hijo se queda dormido.

2. La salud mental
La salud no es sólo el aspecto físico. También mentalmente necesitas una base sólida para afrontar los retos de la paternidad. ¿Cómo se trabaja en ello?
2.1 Relájese físicamente (bis)
La relajación física también actúa sobre su salud mental. Un breve paseo o una sesión corta de yoga bastan para reducir el estrés (deshacerse del cortisol, las « hormonas del estré s»), levantar el ánimo (hola endorfinas, las « hormonas de la felicidad ») y ordenar los pensamientos.
2.2 Bañarse juntos
Bañarse junto a tu hijo crea vínculos afectivos y es relajante. Y una vez que tu hijo pueda sentarse, el baño también puede convertirse en un momento de juego muy activo. En cualquier caso, bañarse con tu hijo es una actividad que te recarga las pilas.
Un libro de baño es ideal para proporcionar un momento relajante de asombro. ¿Puede ser un poco más activo? También se puede con juguetes como esta figura de calamar o estas letras y números adhesivos.

2.3 No te muevas
Atrévase a bajar el ritmo y encontrar la calma siempre que pueda. Siéntese a tomar una taza de té, tómese un momento para reflexionar sobre lo que puede estar causándole estrés o encuentre al Buda que lleva dentro y medite un rato.
Salga también a pasear sin su hijo. No tiene por qué ser una tarde entera. Incluso puedes dejar de ser padre por un rato simplemente yendo de compras solo. Después de una sesión informativa clara para la niñera, te sentirás completamente libre.
3. Bienestar emocional
El tercer lado del triángulo de la salud es el emocional. Aquí, el contacto humano es el ingrediente necesario para mantener el equilibrio.
3.1 Buscar compañía
Planifica momentos divertidos con amigos y familiares. ¿Te gusta reunirte en casa? Entonces no intentes hacer de perfecta anfitriona o anfitrión. Sobre todo, disfruta de estar juntos. ¿Te gusta reunirte fuera? En compañía de otros padres, sabes que hay comprensión mutua y puedes compartir las tareas de cuidado para que tú también puedas tener un momento de despreocupación por una vez.

Para una salida sin estrés, llévate una botella de agua y algunos tentempiés saludables para tu bebé en cuencos herméticos. Así estarás preparado para cualquier momento de sed o hambre.
3.2 Comparte tus experiencias
Compartir es cuidar. Cuente a los demás lo que le resulta difícil. Antes de que te des cuenta, encontrarás consuelo y apoyo para superar tu incertidumbre o ansiedad. Puede que incluso recibas consejos útiles para facilitar tu tarea práctica como padre o madre.
3.3 Sé indulgente contigo mismo
No seas demasiado duro contigo mismo. El hecho de que estés leyendo este artículo del blog demuestra que realmente quieres hacerlo bien. ¡La mejor prueba de que eres un buen padre!

Y sobre todo: ¡hágaselo fácil a usted mismo!
Bañar, cambiar, vestir, dar de comer, acostar a tu hijo... Tus días como padre son una sucesión de momentos repetitivos. Utiliza las herramientas adecuadas para que sea lo más fácil y agradable posible para ti y para tu hijo.
La misión de Nûby es ayudar a los padres con artículos inteligentes para bebés, niños pequeños y preescolares. Así es como hacemos la vida de los padres jóvenes más divertida y colorida. ¡Nos encanta ayudarte a que tus primeros años como mamá o papá sean un gran momento!
