La lactancia materna es una de las maravillas de la naturaleza. Puedes alimentar a tu pequeño milagro con tu propio cuerpo. Pero eso no significa que no haya muchas cosas a tener en cuenta. Tus pezones, por ejemplo. ¡Pregúntale a cualquier mujer que ha amamantado, y te dirán que tus pezones tienen que trabajar duro mientras das el pecho! Un efecto no tan agradable puede ser pezones doloridos, irritados e inflamados. ¿Quieres estar preparada para esto o simplemente conocer todos los entresijos de los pezones doloridos? Estás en el lugar correcto.
¿Qué causa esto?
Hay más de una razón por la que los pezones pueden doler como consecuencia de la lactancia materna. Algunas de ellas son muy simples y se pueden solucionar fácilmente, otras son más complicadas. Una causa muy común es que tu bebé no se está aferrando bien. Una buena posición para que el bebé se prenda al pecho es esencial para una lactancia materna sin dificultades. Si el bebé no se engancha correctamente, por ejemplo, o lo hace de manera superficial, tus pezones lo pagarán y se irritarán. Una de las causas relacionada con los pezones irritados simplemente por las rozaduras. Tus pezones no han estado expuestos a esto antes y tienen que acostumbrarse. Otro problema puede surgir cuando utilizas un sacaleches, puede que tengas un protector mamario que no es del tamaño correcto. Es importante prestar atención al tamaño, para que los pezones no se froten contra el interior del protector mamario ni estén demasiado lejos. Existen diferentes tamaños disponibles, como puedes ver aquí, por ejemplo.
También existen causas médicas. A veces, el dolor en los pezones es causado por una condición médica de tu bebé, como por ejemplo cuando éste sufre de anquiloglosia o candidiasis. Y, por último, pero no menos importante, puedes sufrir de una mastitis, que es una inflamación del tejido mamario, o una infección por hongos o ampollas de leche. La verdad, no es divertido, ¡pero siempre hay una solución!
¿Cómo puedo evitar esto?
Prevenir es mejor que curar, como todas sabemos, así que prueba estos consejos y trucos y mantén tus pezones en óptimas condiciones. Una buena forma de que el bebé se prenda al pecho es la clave, así que prueba a encontrar lo que funciona mejor para ti y tu bebé. Puedes ajustar la forma en que sostienes a tu bebé y probar algunas posiciones diferentes. Busca a una experta o un grupo de lactancia que seguramente te podrán ayudarte. Mantener los pezones secos también es un aspecto importante para mantenerlos saludables. Puedes hacerlo secando los pezones entre la alimentación y el uso de discos absorbentes para el pecho Si tienes pérdidas regulares (¡no olvides cambiar los discos con frecuencia!). Tu sostén también juega un papel importante, así que asegúrate de que sea de apoyo y transpirable.
Como dijimos antes, el tamaño incorrecto del protector mamario de tu extractor de leche puede provocar una gran cantidad de irritación, así que elige el tamaño correcto. Recuerda que el tamaño también puede cambiar con el tiempo y que el programa correcto de un sacaleches eléctrico es importante. ¿Quieres poder hacerlo sin dificultades? Echa un vistazo a nuestro sacaleches eléctrico de alta calidad.
Debemos insistir mucho en esto; ¡hidratar, hidratar, hidratar! La forma más segura es hacerlo con una excelente crema para pezones. Las buenas cremas para pezones utilizan lanolina, altamente hidratante, y forma una película protectora en los pezones. Para estar segura de que sólo utilizas productos naturales para tu cuerpo, echa un vistazo a nuestra crema de lanolina para pezones.
Una cosa más que debemos mencionar: si a tu bebé le están saliendo los dientes, tus pezones probablemente sufrirán. Los mordedores pueden ser tu salvación, ya que podrán mordisquear tanto como quieran estos.
¿Cómo puedo curarlos los pezones lastimados?
Por supuesto, hay un montón de soluciones para que los pezones agrietados o irritados mejoren. Ten en cuenta unas cosas pueden funcionar mejor para mujeres que para otras, así que no dudes en probar lo que más te convenga. Resumiremos algunos métodos:
- Inclínate sobre un fregadero y usa una compresa de toalla húmeda y caliente en una mama a la vez.
- Cuando tus pechos están inflamados, usa un sacaleches para liberar un poco de leche (puedes almacenarlo si quieres).
- Masajea suavemente los pechos mientras estás en la ducha y deja que la leche gotee.
- Aplica compresas frías o almohadillas de hidrogel.
- La leche materna fresca puede ayudar a curar los pezones dañados, así que intenta masajear unas gotas en ellos antes y después de los alimentos.
- Utiliza solamente agua en la ducha, sin jabones o geles de ducha.
Otra cosa que puedes hacer en tu rutina de lactancia materna, es alimentar a tu bebé antes de que tenga mucha hambre, por lo que mamará de forma menos agresiva y cuidará más de tus pezones. Si utilizas protectores de pezón para protegerlos durante la lactancia, recuerda que son sólo soluciones temporales. Y ya dijimos antes cuando hablábamos de prevenciones, pero, insistimos, ¡la hidratación te salvará! Aplicar crema de pezones con lanolina en los pezones agrietados, definitivamente calmará el dolor y ayudará al proceso de recuperación.
¿Nada parece funcionar? Visita a tu médico o asesora de la lactancia y considera cambiar temporalmente a leche extraída del sacaleches. ¡Tú puedes, mamá!