Beber de una taza es una habilidad que los niños pueden ir adquiriendo paso a paso. Por esto motivo es importante que tu pequeño siempre tenga la taza adecuada, a medida de su desarrollo motriz. Esto explica la utilidad de una taza con pajita para el desarrollo de la motricidad bucal.
La taza adecuada para tu hijo
Como hemos señalado antes en este blog, un bebé puede empezar a probar a beber de una taza a la edad aproximada de cuatro meses. Un pequeño suele tardar unos quince meses en dominar esta habilidad por completo y beber de una taza “normal” con borde, como los adultos.
Antes de alcanzar esta meta, tu pueque puede ejercitar su motricidad con la respectiva ayuda de:
- una taza entrenadora (a partir de los cuatro meses)
- una taza con boquilla (a partir de los seis meses, cuando consigue sentarse por si solo)
- una taza con borde antimanchas (a partir de los seis meses, cuando ya puede gatear)
La mayor parte de las tazas tienen una indicación de edad, pero esta es apenas una sugerencia. Al fin y al cabo, cada niño es distinto y avanza en el proceso de aprendizaje a su propio ritmo. Para elegir la taza más adecuada, lo más importante es que te fijes en el desarrollo de tu pequeño.
Aprender a beber con pajita
En algunos casos puede resultar útil darle a tu pequeño una taza con pajita antes de que se atreva con una taza con borde. Estas tazas con pajita estimulan el desarrollo de la motricidad bucal. Esto es porque al beber de una pajita, tu bebé irá perdiendo el reflejo de chupar de un biberón. Tu pequeño puede empezar a usar una taza con pajita cuando tenga más o menos doce meses.
Enseñarle a beber con pajita resultará más fácil si al principio lo dejas probar con líquidos más espesos. Ejercitar primero con una pajita en un vaso, antes de que le ofrezcas una taza, también puede ser de gran ayuda.
¿Quieres comprar una taza con pajita?
¿Estás buscando una taza con pajita para tu pequeño? ¡Nuestro catálogo ofrece muchos distintos modelos!