Para los bebés y los niños pequeños, un baño caliente es mucho más que una forma de limpiarse y relajarse. Es una pequeña aventura y, con los juguetes de baño adecuados, también puede ser una experiencia educativa. ¿Qué juguete de baño es adecuado para cada edad y por qué? A continuación encontrarás toda la información sobre la diversión en el baño de 0 a 3 años.
Juguetes para el baño para bebés de 0 a 6 meses: tranquilidad y estímulos sensoriales
Para los más pequeños, el baño es sinónimo de seguridad, tranquilidad y protección. Al principio, la experiencia se centra principalmente en acostumbrarse al agua caliente, ya que no todos los bebés son (de inmediato) fans de esa sensación. (Por cierto: esa humedad se hace un poco más llevadera con nuestros 3 consejos para bebés a los que no les gusta bañarse).
Los juguetes para el baño no son imprescindibles, pero al cabo de unos meses puedes empezar a utilizarlos para estimular el desarrollo sensorial de tu bebé. Las palabras clave en esta etapa son: colores vivos, contrastes y materiales suaves que sean agradables al tacto.
Por ejemplo, un libro de baño colorido con figuras adorables hace maravillas para su vista y su sentido del tacto. Suave, interactivo y fácil de limpiar - una combinación perfecta para un baño entretenido y la limpieza posterior.
- La seguridad es lo primero: con un bonito termómetro para el baño te asegurarás de que el agua esté a la temperatura ideal (máx. 37 °C) y despertarás la curiosidad de tu bebé.
- Champú sin estrés: con una regadera con borde suave, podrás aclarar el champú del cabello con cuidado sin tocar los ojos.
Juguetes para el baño para bebés de 6 a 12 meses: agarrar y apretar
A partir de los 6 meses, tu bebé suele ser capaz de sentarse solo, lo que le da más libertad para moverse y jugar. Tu pequeño también aprende a agarrar objetos (incluido tu pelo), apretarlos y (con suerte) soltarlos.
La hora del baño es el lugar ideal para practicar esas habilidades motoras en desarrollo y su curiosidad. Los juguetes para apretar - también llamados squirters - suelen ser uno de los favoritos: están disponibles en muchos colores, echan agua cuando los aprietas (pura magia para tu bebé) y son buenos para los músculos de las manos. Además, flotan en el agua, por lo que tu bebé nunca tendrá que buscar mucho para encontrar su patito favorito.
Las mini regaderas y vasos invitan a crear y verter a tu antojo. Estos juguetes interactivos para el baño estimulan la coordinación mano-ojo, mejoran la motricidad fina y enseñan a tu bebé una primera lección lúdica sobre causa y efecto. Además, en esta fase no es mala idea cambiar los libros de baño por otros con efectos de sonido o múltiples texturas: ¡una experiencia de juego más rica garantizada!
No es necesario bañar a tu bebé todos los días. Pero, ¿cuándo es el momento adecuado? Descubre la frecuencia ideal en nuestro artículo "Esta es la frecuencia con la que tu pequeño debe bañarse".
Juguetes para el baño para niños de 12 a 24 meses: aprender e imitar
Al cumplir los dos años, tu pequeño se convierte en un auténtico explorador. Todo lo que flota, se hunde, salpica... debe ser estudiado con detenimiento. Además, tu hijo se vuelve cada vez más hábil, desarrolla un mayor control sobre sus movimientos y comienza a reconocer y imitar sonidos. Por lo tanto, en esta fase, opta por juguetes de baño de calidad que fomenten su curiosidad y el desarrollo del lenguaje.
Las letras y los números para el baño, por ejemplo, son auténticos clásicos. Se adhieren al borde de la bañera y son ideales para descubrir juntos sonidos, palabras o números. Recuerda que lo más importante aquí es la exploración y el reconocimiento - tu hijo aún no tiene que saber nombrar las letras. Pero de esta manera, de forma lúdica, ya estáis sentando las bases para las habilidades lingüísticas y matemáticas.
A partir de los 18 meses, puedes introducir a tu hijo en el juego de los aros de lanzamiento. Al apuntar a un juguete flotante y lanzarlo con precisión, tu pequeño aprenderá a coordinar sus movimientos con exactitud. Asegúrate de nombrar lo que hace tu hijo ("Estás lanzando los aros al pulpo"). De esta manera, practicarás vocabulario y animarás a tu pequeño explorador a probar cosas nuevas.
Juguetes para el baño para niños de 24 a 36 meses: creatividad e imaginación
En el tercer año de vida, la bañera se convierte en un escenario para historias e imaginación. Tu hijo no solo descubre el mundo que le rodea, sino que también empieza a darle forma. La bañera se convierte entonces en un mundo de fantasía lleno de vida. Los juguetes para el baño que estimulan la creatividad y la independencia encajan perfectamente con esto.
Los lápices de agua, por ejemplo, son un acierto seguro. Tu niño pequeño puede dibujar con ellos en el borde de la bañera o en los azulejos, dando rienda suelta a su imaginación (y tú puedes limpiarlo todo fácilmente después). Las pequeñas regaderas no solo son divertidas para jugar, sino también para que el niño intente (con cuidado) aclararse el pelo.
Otros juguetes tan populares como el libro para el baño o el divertido termómetro siguen siendo muy valiosos. Estimulan la imaginación y ayudan a tu hijo a establecer relaciones entre los objetos y sus funciones ("el pingüino dice que el agua está lo suficientemente caliente"). Los juguetes familiares de etapas anteriores adquieren así un nuevo significado en su juego.
Por lo tanto, para ti como padre o madre, la hora del baño es también un valioso momento de contacto en el que construyes activamente vuestro vínculo. ¿Te gustaría obtener más inspiración para realizar actividades divertidas en casa? Lee más en nuestro artículo "Actividades divertidas en casa para usted y su hijo".
Jugar, crecer y disfrutar
Cada momento en la bañera es una oportunidad para crecer, aprender y divertirse juntos. Con los juguetes para el baño de Nûby, podrás sacar más partido a esos valiosos momentos. Nuestros juguetes para el baño combinan diversión y calidad, y apoyan cada paso en el desarrollo de tu hijo - desde los primeros estímulos sensoriales hasta los juegos de rol creativos. De este modo, cada baño se convierte no solo en un momento de relajación, sino también de descubrimiento y conexión.