En cuanto los bebés ven la luz del día, ven efectivamente poco más que eso: luz, formas y movimiento. Y todo en blanco y negro, porque los colores sólo los percibirá más adelante. En este artículo te explicamos cómo se desarrolla el color y cómo puedes utilizar los juguetes para favorecer esta exploración visual.
Claridad y oscuridad
En el útero, el feto ya distingue la claridad de la oscuridad. Alrededor de las 25 semanas ya puede abrir y cerrar los ojos. Si hacia el final del embarazo disfrutas del sol de verano con la barriga abultada (no olvides la crema solar), tu bebé puede verlo como un resplandor más claro a través de tu piel.
Un recién nacido todavía tiene una visión bastante borrosa, pero ya le fascinan mucho los contrastes y la diferencia entre claridad y oscuridad. Por ejemplo, a tu bebé le encanta mirarte a la cara - sobre todo la combinación (contrastada) « cejas-línea del pelo ». Sólo al cabo de 2 ó 3 meses se fijará en tus ojos.
Bastones y conos
En las primeras semanas de vida, el bebé percibe el mundo principalmente en blanco, negro y tonos grises. Esto se debe a que nuestra retina está formada por dos tipos de células: bastones y conos. Los bastones son sensibles a la luz y permiten ver los contrastes y el movimiento incluso con poca luz. Estas células están bien desarrolladas al nacer.

Los conos, que nos hacen percibir los colores, no están completamente desarrollados hasta los 3 meses de edad. Todo tiene que ver con nuestro instinto innato de supervivencia: a los recién nacidos les resulta más cómodo reconocer los contrastes (como la cara de mamá) que los colores.
Ese desarrollo visual, por cierto, se produce rápidamente: entre 6 y 8 semanas después de nacer, el bebé empieza a detectar los colores. Primero se forman los conos L, sensibles a la luz de longitud de onda larga - es decir, al rojo. Le siguen los conos M (verde) y S (azul); para el amarillo, se activan varios conos a la vez (L y M).
A partir de los 3 o 4 meses, los bebés ya distinguen bien los distintos colores. Sólo más tarde empiezan a asociarlos con nombres como « rojo » y « azul ».

En los bebés, el vínculo entre colores y emociones es más fuerte que en los adultos. Por ejemplo, los colores cálidos, como el rojo y el amarillo, estimulan la energía y el estado de alerta. Por eso muchos bloques de juego y sonajeros tienen esos colores. Los colores fríos como el azul y el verde, al igual que los pasteles, tienen un efecto calmante y tranquilizador. Por eso son ideales para la ropa de cama o los peluches.
¿Cómo puede ayudar a su bebé a desarrollar el color?
Consejo #1: elige juguetes de colores contrastados
A los recién nacidos les encantan los contrastes y la combinación de blanco y negro. Por eso, los elementos en blanco y negro de nuestra gama Ocean Friends, como en este móvil para encima de una cuna, están elegidos muy deliberadamente. Ayudan a tu bebé a distinguir mejor las formas y los objetos - un entrenamiento verdadero para su crecimiento cognitivo.
A partir de los dos meses, puedes pasar a juguetes de varios colores primarios. Así aprenderá a conocer y reconocer los distintos colores mientras juega.

Consejo #2: apuesta por los estampados claros
Rayas, puntos, lunares, cuadros ... No sólo tienen un aspecto divertido, sino que además son buenos para el desarrollo visual de tu hijo. Desde sonajeros y juguetes de baño hasta anillos de dentición y alfombrillas de juego, hay una gran variedad de opciones (abigarradas), y todas ellas ayudan a tu hijo a aprender a reconocer patrones.
Asegúrate de que haya variedad. Saca el peluche de rayas una vez y el juguete de puntos la siguiente. Así crearás variedad y evitarás la sobreestimulación.
Consejo #3: juega con el color en movimiento
Cuelga un móvil con figuras giratorias de vivos colores sobre la cuna o el cochecito de tu pequeño explorador. El movimiento atrae la atención de tu bebé y estimula tanto su vista como su desarrollo motor. De hecho, tarde o temprano intentará agarrar esos juguetes, retorcerlos, apretarlos ...
Consejo #4: no olvides el material de lectura en color
Los libros ilustrados de cartón con ilustraciones sencillas son una forma ideal de apoyar la curva de crecimiento visual y cognitivo de tu bebé. Al leer en voz alta y nombrar los colores, también favoreces su desarrollo lingüístico. ¡Todos salimos ganando!

La combinación de colores y texturas estimula el desarrollo visual y sensorial del bebé en general. Piensa en los peluches y las mantas. Elige preferentemente los que tengan diferentes tejidos: felpa, tejido acanalado, algodón ...

Una introducción llena de ventajas
La paleta de colores del bebé se desarrolla rápidamente. Si eliges conscientemente juguetes que se adapten a su exploración visual, podrás aprovechar al máximo el crecimiento y la capacidad de observación de tu hijo. Los contrastes, los colores primarios y los estampados lúdicos no sólo introducen al bebé en todos los colores del arco iris, sino que también estimulan su cerebro. Por eso en Nûby sacamos la carta de colores a relucir.
