¿Tu bebé ya es muy grande para el biberón? Esto significa que ya es hora de empezar a ejercitar con una taza. Al inicio aún puede usar una taza con boquilla, pero el objetivo final es que aprenda a usar una taza abierta. En este artículo te explicamos por qué es tan importante.
Tu peque está en pleno desarrollo
Durante los seis primeros meses tu bebé bebe del pecho o del biberón con una tetina. Pero después llega el momento de pasar a una taza. Esto es porque la boca de tu bebé está en pleno desarrollo y con su lengua, labios y mejillas ya está alistándose para pronunciar sus primeras palabritas. De allí la importancia de que empiece a ejercitar a tiempo con una taza.
La taza con boquilla como paso intermedio
En una primera fase le puedes dar a tu peque una taza con boquilla para que aprenda a beber poco a poco por sí solito. Es decir, una taza con boquilla ayuda en la transición a un movimiento de succión al momento de beber. Sin embargo, es buena idea cambiarla cuanto antes por otro tipo de taza porque beber mucho tiempo de una taza con boquilla puede dificultar el desarrollo de los músculos de la boca.
La importancia de una taza abierta
Para que pueda adquirir nuevas habilidades, es importante que le des a tu niño en el momento adecuado una taza normal (o taza con borde antimanchas). Claro que ensuciará mucho, pero la práctica hace el maestro. Para tu bebé, esto representa un paso importante en su camino a ser más autónomo.
Además, con una taza abierta se reduce el riesgo de caries. Cuando tu pequeño ingiere bebidas azucaradas de una taza con boquilla, irá tomando sorbitos pequeños y esto puedo provocar la aparición de pequeños agujeros en los dientes. Al usar una taza abierta, los peques tienden a beber más de un solo trago y esto reduce el riesgo de que aparezca caries.
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